Blue Sky pertenece a una ONG local que se llama Tahude Foundation. En realidad, ellos se dedican más a programas de abastecimiento de electricidad a aldeas o centros con pocos recursos, pero en 2014 decidieron abrir “Blue Sky, pre and primary school" en una zona completamente rural con población y escasos recursos.
Elena, una mujer alegre, decidida y muy enérgica, lleva trabajando en el colegio desde sus inicios. “La verdad, yo al principio veía que iba todo muy lento, ya sabes cómo es la vida aquí, pero veo el cambio que ha experimentado el cole y estoy muy contenta. Somos un equipo sólido, intento que los profesores estén en contínua formación ya que, aunque vengan voluntarios, los voluntarios se van y al final los niños están con el profesorado local. Son ellos los que más influirán en la vida de los niños.” me contaba Elena.
Elena vino de voluntaria a Tanzania hace 6 años a otros proyectos. Le gustó tanto que decidió buscar trabajo, vio que la fundación estaba buscando un director de colegio y se aventuró. Al principio estaba en contacto con varias organizaciones como Projects abroad y TCDC para que le mandaran voluntarios, pero hace 4 años decidió dejar de trabajar con ellos y empezar su propio programa. Una decisión de la que está muy agradecida ya que vienen voluntarios que ya han trabajado previamente en proyectos concretos pudiendo aportar gran cantidad de cosas buenas al colegio.
Actualmente hay 500 alumnos desde los 3 años hasta los 15. A veces, hay niños que con 9 años no han asistido nunca a clase y les organizan programas especiales, pasando primero por niveles un poco más bajos y promocionando durante el curso. Las asignaturas siguen el currículum escolar tanzano, todo está estipulado por el gobierno para colegios "English Medium" como este.
La semana pasada pude disfrutar de un día en el summer camp. Fue un típico día de verano en la escuela, lleno de vida y energía. Un equipo de voluntarias españolas prepararon actividades e hicieron 3 grupos repartiendo a los niños por edades. La mañana de 9 a 12 transcurrió entre cuenta cuentos, pinturas, juegos, deportes y algún que otro experimento.
Elena se preocupa y se implica por entero día a día en el colegio y no sólo eso sino que ayuda en otros proyectos como el de mujeres costureras. Tumaini, una mujer tanzana, creativa y soñadora, cede un local para acoger a mujeres e instruirlas en costura mientras Elena y su equipo les imparten educación sexual, higiene y contabilidad. La mayoría no ha podido recibir formación en el colegio o algunas chicas han quedado embarazadas a temprana edad y al aventurarse a abrir sus negocios quiebran pronto por falta de conocimientos, de ahí la insistencia en enseñar contabilidad.
Esta claro que estas iniciativas y el esfuerzo diario de personas que pasan completamente desapercibidas como Tumaini, Elena y muchas otras, permiten el avance y desarrollo del país a través de un pilar fundamental como es la educación.
